Tintinófilo, afrancesado y ecléctico.

A medida que crezco más reconozco mi ignorancia, a medida que más expongo lo conocido a la experiencia encuentro menos absolutos, a medida que más converso tengo menos necesidad de imponer mi moralidad.

Crecí entre Madrid y Villarejo de Salvanés y, como tal, me debato entre la forma de vida urbanita y la delibesca.